Que asco de Navidad

¡Holas!

Hoy, día 20 de diciembre de 2007, jueves, por fin terminamos las clases, o, lo que es lo mismo, empiezan las vacaciones de Navidad, época de felicidad, de estar con la familia y estar agradecido por todo el año que ha pasado. ¿O es al revés? Una época de consumismo y desilusión, que tienes que pasar con tu "familia", esas personas a las que a veces no ves en todo el año y ahora fingen que han pensado en ti y en cómo estarías (tu haces lo mismo, claro, no hay que ser descorteses) pero no han sido capaces de coger el puto teléfono y hablar contigo aunque solo fuera un minuto, y...¿estar agradecido? yo más bien cagarme en todo bicho viviente (¿se nota que estoy un poquito cabreada?). Si pensáis "¿cómo puede alguien odiar la Navidad? seguro que algo bueno le encuentras", dejadme paso que voy a poner a parir a la Navidad.

Para empezar, todos y cada uno de los profesores, que de seguro se tocarán los huevos a dos manos estas fiestas, son de la filosofía de "ahora que estáis de vacaciones, tendréis tiempo así que haced el/los ejercicio/s/trabajo/s"...Y bien, esa filosofía hace aguas mis queridos profesores ¿de dónde coño sacáis que tenemos tiempo? Porque, para empezar, sabéis que debemos hacer las compras de Navidad (que ya criticaré más adelante), tenemos que estudiar las recuperaciones que nos vais a poner en enero, y otra de las premisas de las Navidades: hay que estar con la familia...(a parte de que estamos en 2º y tenemos que estudiar un huevo) y ahora mi pregunta para los profesores: ¡¿De dónde coño queréis que saquemos el tiempo?!, si no nos pusierais todos tantas cosas tendríamos tiempo para todo, hostia, y encima luego tienen el valor de, cuando vas a corregir los ejercicios y/o trabajos y los tienes mal o no los has hecho, salirte con la frases "pues has tenido todas unas vacaciones enteras para hacerlo, hay que trabajar más"...¡¿Y qué te crees que hemos estado haciendo?! Porque, señores, aunque os parezca asombroso, los regalos no se compran solos, no se envuelven solos, la cena no se hace sola, ni la mesa se pone por arte de magia, sin contar el hecho de limpiar después o el de tener que cuidar a tus primos pequeños que son unos putos delincuentes en potencia...

Pero bueno dejemos a los profesores, a los que les deseo de todo corazón que les entre una indigestión con la comida de Navidad, y vayamos con las compras. Para comprar un regalo de Navidad pasas por las siguientes etapas:

1. Te quiebras la cabeza, ¿"qué le compro a (inserte el nombre o estamento familiar que prefiera)?"...es una etapa dura pero la superas y consigues pensar en el regalo perfecto.


2. Decides ir a intentar comprarlo, y recalco el decides y el intentar, porque cuando llegas a esos lugares llamados centros comerciales, en donde la cantidad de aire y espacio es inversamente proporcional a la cantidad de gente (que suele tener valores muy altos), y consigues (si lo consigues considerate un héroe, te pondría una estatua, pero no hay pasta) llegar a la tienda donde piensas comprar el regalo...no queda.


3. Te vuelves a estrujar la mente para ver que compras, porque piensas "dios, esto es un infierno, no pienso volver, así que tengo que comprar el regalo ya" pero, debido al estrés creado por tanta gente junta y la poca cantidad de oxigeno debido a lo mismo, acabas por coger lo primero que ves que podría gustar mínimamente.


4. Mi favorito...El día de entregar el regalo...y la cara de gilipollas que se le queda al otro que iba todo ilusionado y que queda aún más demostrado con un : "ah, gracias, me encanta" en tono desganado.


5. Y el último el que ha recibido el regalo que va a cambiarlo, y se ve envuelto en la trampa de las rebajas, gastándose más dinero.

No siempre se cumplen estas etapas, pero siempre te ocurre alguna vez en la vida.
Lo siguiente a criticar son las cenas y comidas, y más cenas y comidas...y es que en esta época parece que todo el mundo se ha propuesto engordar, come cosas que no come durante el año porque es una época "especial", vamos que se gastan un riñón en comida además de hacer una tonelada, que estas comiendo sobras de Navidad hasta febrero, no me jodas. Y es que las Navidades están diseñadas a mala baba para el exceso: en gastos, comida, bebida, gente, etc...
Lo que me gusta son los propositos de año nuevo, yo es que me parto con lo que la gente pretende hacer, ¿por qué no piensan seriamente? Si no lo has hecho nunca que te hace pensar que el día 2 de enero, después de pillarte el ciego del año, vas a empezar, es absurdo...Y luego hay gente que se propone cosas como (es verídico) "escalar el pico más alto del mundo", cuando el tio no a escalado en su vida, por no subir ni sube las escaleras, siempre va en ascensor, y lo más importante...¡Si ni siquiera sabes cual es el pico más alto del mundo, panoli!
Y bueno, llegamos a la parte que más me intriga de la naturaleza humana: el estar agradecido por el año que ha pasado. Teniendo en cuenta de que, siempre, ha pasado algo malo y catastrófico en tu vida durante un año, ¿por qué deberías de estar agradecido? yo estaría agradecida de que acabase, y aún más de que desapareciera de la historia, pero bueno, y lo mejor, algo que dice mi abuela todos los años (supongo que este no): "Espero que el año que viene sea tan bueno como este"...puestos a desear, que sea un año en el que tu vida no sea una puta mierda, yo, personalmente, me conformo con eso, aunque me da a mi que va a ser que no.

Ahora voy a explicar por qué estoy con un cabreo del quince. He pensado en lo que me espera estas vacaciones y me he dado cuenta de que no promete nada: para empezar mañana tengo que ir a comprar los regalos, en los que esta también mi propio regalo...luego me he dado cuenta de que tengo que hacer un trabajo larguísimo para CTS (voy a matar al Panyagua) a parte de estudiar mate, de lo que, por cierto, no entiendo nada. El lunes me toca cenar en casa de mis abuelos y el martes comer, ambos días tengo que pringar poniendo la mesa y quitándola, sin contar que el martes vienen mis primitos (los delincuentes en potencia programados secretamente por el Aristos...) y me toca cuidarles y entretenerles (los muy cabrones se entretienen más jugando a pasar tractores por el suelo mientras yo recojo la cristalería...). Y para nochevieja, toca en mi casa, sin contar con que mi madre a lo mejor no me deja salir... Y después llega enero, momento de depresión total cuando ves que un año más a pasado y todas las gilipolleces que he hecho, o las cosas en general que he hecho... Y todo culmina el día de reyes donde abro los regalos que yo misma compré o acompañé a comprar, para mi...es muy triste...

Bueno, espero que paseis unas "felices navidades" y que no os atraganteis con los polvorones XD

Bye~Bye

Os dejo con una canción de Pesadilla antes de Navidad, cuando Jack entra por la puerta de la Navidad...